Ayer se produjo el traspaso y la entrega formal del ingenio Marapa, que estaba en poder del grupo Atanor, a las manos del empresario tucumano Emilio Luque. La confirmación trascendió desde el riñón de la firma multinacional. El monto de la operación por ahora es una incógnita ya que las partes no la comunicaron.

La compra del ingenio, ubicado en el departamento de Juan Bautista Alberdi, se conoció a fines de diciembre de 2016. Y ayer, en lo que fue un acto hermético y sin muchas luces, se produjo la firma del contrato y la entrega formal por parte de la multinacional Atanor.

Fuentes de la industria azucarera sospechaban que el traspaso final del ingenio se iba a concretar esta semana, pero había incertidumbre por la falta de información oficial. También se esperaba la llegada de directivos de Atanor provenientes de Buenos Aires.

La responsabilidad de completar el proceso de venta de las fábricas azucareras recaía en el CEO (director ejecutivo) de la multinacional, César Rojas, quien ocupa el máximo cargo desde noviembre pasado.

En septiembre de 2016, la empresa de capitales chinos y norteamericanos había puesto a la venta las fábricas de su propiedad en Tucumán: el Marapa y el ingenio Concepción. La cifra que se manejó entonces rondaba los U$S 200 millones por ambos establecimientos.

“Después de un tiempo prolongado de negociaciones, concretamos la compra del ingenio. Nos haremos cargo de la fábrica, de la destilería y de los 270 empleados con que cuenta el Marapa”, había dicho Emilio Luque en diciembre a LA GACETA.

Pedido cañero

El presidente de Cañeros Unidos del Este, Marcelo Fernández, manifestó tener esperanzas en que el nuevo dueño realizará la misma gestión que realizó el grupo Atanor en los últimos años. “No tengo relación con (Emilio) Luque y desconozco si posee experiencia como industrial, pero sostengo la convicción de que su administración será buena y respetará a los productores”, expresó Fernández.

El dirigente cañero espera que el supermercadista cumpla con todos los acuerdos que establece la normativa azucarera (ley provincial 8.573). “Espero que acate los controles de la mesa nacional sucroalcoholera; que respete los compromisos de exportación; que cumpla con los nuevos porcentajes de cupos de alcohol en las naftas y que le participe a los cañeros los porcentajes que tienen asignados a través del Ministerio de Energía de la Nación”, detalló.

Fernández, además, pidió que el empresario supermercadista cumpla rigurosamente los contratos de Maquila que se celebran antes de empezar cada zafra. “A través de ese tipo de contrato, los cañeros nunca dejamos de ser los propietarios del azúcar producido”, precisó. “Si cumple con todo eso, nosotros estaremos contentos”, concluyó.

Compromiso

Luque trató de llevar tranquilidad a todos los actores que participan de la cadena de abastecimiento del ingenio, el primero en terminar la zafra durante este período, el 4 de noviembre. “Vamos a respetar todos los contratos en marcha y los adelantos que se efectuaron con determinados productores, ya que eso hace al manejo de una planta que viene bien administrada”, había remarcado. En otras palabras, el supermercadista había considerado que no se alterarán los planes acordados -con anterioridad a la operación- por el grupo Atanor.

A su criterio, con el incremento del 10% al 12% en el corte de alcohol en las naftas la actividad azucarera mejoró su horizonte. “Hoy podría decirse que un ingenio azucarero es rentable”, había expresado Luque. En sus proyectos está la posibilidad de instalar una planta fraccionadora, para abastecer a la cadena de supermercados, entre otras bocas de expendio.

Luque había señalado que, más allá de un contexto de crisis económica, “hay capitales tucumanos que siguen apostando al país, para generar más puestos de trabajo en Tucumán”.

Concepción

Ledesma está interesado en comprar el ingenio ubicado en banda del río salí

El holding Ledesma, mayor productor de azúcar del país y fuerte también en la fabricación de papel, presentó una oferta para quedarse con el ingenio Concepción, que la firma Atanor había puesto en venta. La operación también incluiría la propiedad de la química Bio Atar, 3.400 hectáreas de producción cañera y fincas en Tucumán, con sus contratos y empleados. La empresa de los Blaquier informó, en una nota a la Bolsa, que si la oferta es aceptada deberán negociar las condiciones de la venta y conseguir financiamiento bancario para poder cerrarla, si la auditoría finaliza satisfactoriamente.

Nuevos dueños

Durante el año pasado hubo cambios en la mesa de los industriales azucareros

En el primer semestre de 2016, el grupo Arca Continental -segunda embotelladora de Coca-Cola más grande de América latina-, cerró el traspaso del ingenio La Fronterita, que era administrado por el Grupo Minetti. La operación había demandado una inversión cercana a los U$S 40 millones. A fines de julio, la empresa tucumana Tecnocontrol Industrial arrendó el ingenio San Juan, ubicado en Banda del Río Salí. La sociedad administradora invirtió $ 27 millones para encarar su proyecto de negocio. La zafra llegó a su fin con una producción de caña bruta estimada por el Ippat en casi 16,8 millones.